El Franco condado o condado de Borgoña entra en la órbita de la Monarquía Hispánica de la mano de Felipe el Hermoso, quien había heredado el territorio de su padre Maximiliano de Habsburgo.
Tenía el mismo gobernador que los Países Bajos, aunque gozaba de gran autonomía. Acuñó moneda en el período hispánico en la capital del territorio, Dole y en la ciudad de Besanzón.
Este territorio fue fundamental para el Camino Español, el cual conectaba por tierra los territorios hispánicos de Lombardía y Países Bajos. El Franco Condado estuvo siempre amenazado por Francia, que lo invade en 1595 y 1636 aunque en ambas ocasiones es rechazado. Sí lo conquistó en 1668 aunque meses después Francia lo devuelve por el tratado de Aquisgrán. Posteriormente, en 1678, por el tratado de Nimega pasa definitivamente a Francia.

La población pasó de más de 400000 personas a principios del siglo XVII a poco más de 150000 en la segunda mitad del mismo siglo debido a la guerra, peste y hambrunas. La población se mantuvo muy fiel a los Habsburgo y tras pasar a Francia el territorio, muchos solicitaron que una vez muertos fuesen enterrados boca abajo para no ver a los soldados franceses sobre ellos.
La producción numismática en el periodo de la monarquía hispánica comienza con Carlos I acuñando moneda en las ciudades de Dole y Besanzón. Se trata de platas de pequeño gramaje desde el Niquet de 0,6 gramos al Testón de 8,8.
Felipe II sigue con la acuñación en estas ciudades y mantiene en los módulos de medio Carlos y Carlos el busto de su padre, sustituyéndolo por el suyo en el Testón. Incorporó algún módulo nuevo como el 4 Gros, aunque en general la línea es continuista.
La llegada de los archiduques Alberto e Isabel supuso una disminución en la acuñación en el Franco Condado. Solo se acuña en la ciudad de Dole y módulos muy pequeños con plata de 0,9 gramos para el Liard y 1,3 para el Carlos, en el cual aparecen representados los dos archiduques, al igual que en los dos dineros de cobre.
Con Felipe II la moneda del Franco condado adquiere una nueva dimensión, se labran los grandes módulos del patagón con 28,1 g y 42 mm y el ducatón con 32,48 g y 43 mm, además de sus divisores, haciéndola de esta forma más pareja a la moneda de Países Bajos.
Carlos II vuelve a cambiar la amonedación el Franco condado y solo acuña Daldres en Besanzón, junto con sus divisores de 1/2 y 1/4. Esta moneda es estilo alemán nos muestra a Carlos I de pie en anverso y el escudo de la ciudad en reverso, siendo estas, en 1667, las últimas monedas emitidas en el Franco condado a nombre de monarcas españoles.

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